©richelleantipolo
No sé.
No sé donde estás.
Pasaron muchas noches y yo
seguí caminando,
creciendo.
Viviendo.
No sé si me miras.
Mi recuerdo te envuelve entre
nieblas
que difuminan tus palabras,
tus temores
tus ideas
pero no tus ojos,
siguen ahí con su brillo intacto,
azul como ninguno,
perfectamente dibujados.
No sé si me escuchas.
Hay momentos que me roza un
viento fuerte
que me despierta nuestros lugares
y que me lleva a instantes muy
lejanos
en los que la vida se paraba
para meterse muy dentro.
No sé.
Pero yo
a veces
sí te siento.
sí te siento.
La soledad y la melancolía de los recuerdos. Triste y con mucho sentimiento a la vez.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Beatriz. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarSon unos versos estupendos, Cristina.
ResponderEliminarY me gusta mucho el final.
Un abrazo!!
Muchas gracias Laura!! No sabes la ilusión que me hace tu comentario!!!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Cristina.