ME
DUERMO
Cierro
mis ojos y aparecen
desfilando,
uno tras otro,
todos
los momentos .
Las
risas, los llantos,
las
palabras y las quejas.
Los
deseos, las prisas,
las
verdades y lamentos.
Asoman, con torpeza,
dos o tres silencios robados
a
un instante muy tenso.
Los
ruidos, los temores
los
dolores y los recuerdos
se
agolpan en mi mente
oscureciéndome
el pensamiento.
Tras
un rato, y de repente,
un concierto de luces
despeja mi cabeza
y devuelve a mi mente sus caras,
sus miradas y sus cuerpos.
Se
diluyen mis enfados
con
el zumbido de sus ecos;
me
envuelven suavemente
la
paz y la calma que me dejan
en
la inocente huella de sus dedos.
Y
me duermo sintiendo,
una
vez más,
lo
mucho que les quiero.
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