como
ayer,
cuando
inundabas mis sueños y mis días.
Me
decían que ya no me querías.
Que
ya no me llamabas
como
ayer
cuando
las noches eran largas y frías.
Me
decían que ya no me querías.
Que
ya no me sonreías
como
ayer
cuando mis palabras se convertían en tu guía .
Yo
no les creía.
Porque
cuando yo te pensaba…
te
llamaba o sonreía
tú acudías a mis sueños…
a
mis noches…
a
mis risas…
Me
decían que ya no me querías.
Se
confundían.
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